Rig #2 - Sega Megadrive

En la entrada anterior, lo dejamos en 1992, cuando se averió el anterior aparato.

En 1993, pedí a mis padres otro cacharro de entretenimiento. Pasé de un microordenador a una consola como Dios manda, la Megadrive de Sega. En la tienda consideré por un momento la Super Nintendo, pero me pareció demasiado cara.

La Megadrive era tecnología de 1988 que se basaba en un Motorola 68000 de 16 bits. La cogí justo a tiempo, aunque me perdí algunos juegos primerizos, y otros los pude conseguir. Me permitió vivir los buenos tiempos de la consola, hasta 1995, en que ya empezó a perder interés.

Recuerdo algo así que al ver la forma de la consola, pensé que quizá llevaría CD, aunque las fechas no cuadran mucho. Cosas de críos...


Mi colección constó de juegos como "Sonic", "Sonic 3", "M1 Abrams battle tank", "LHX Attack chopper" (sí, seguíamos dándole a los juegos de guerra), "Aladdin", "Mortal Kombat", "X Men", "Dune 2", y un par de juegos de deportes, incluyendo NBA y FIFA.

En 1994 gracias a influencias, empecé mi andadura en el rol de cualquier tipo, con títulos como "Shining Force II" o "Phantasy Star IV". En 1995 esta minicolección se completó con "Soleil". Junto a estos, la mayor rareza que tenía en mi colección era "Alisia Dragoon".

Entre 2016 y 2017 decidí liquidar la colección, ya que estaba metiéndome en un piso nuevo y necesitaba mover mucho dinero. Estas últimas rarezas mencionadas alcanzaron buenos precios, así como máquinas portátiles que conservaba de principios de los 90: una de cazar submarinos, y algunas Game&Watch de Nintendo, como Zelda, Donkey Kong o una especie de buscaminas llamado Bomb Sweeper.

El mundo de lo retro me da calambre, pero habiendo jugado a lo más excelso de esta consola, quizá me daría por una colección de Super NES, o algo más reciente. Pero desde luego, ahora estoy metido de lleno en el negocio de Steam. Así que... cualquier dinero extra que decida invertir va a ir a Steam.

También, junto a la consola, vinieron unos cuantos números de la inevitable Hobby Consolas, donde poder informarse del rollo. Pero salvo unos números sueltos que he comprado últimamente, ya para 1995 dejé la revista. Así que me perdí años muy buenos del mundo de los videojuegos.

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