Y en esto que estaba buscando un anime para ver, no porque me falte, sino porque siempre está bien empezar una serie nueva. Soy de la creencia de que hoy en día poquísimas series pasan el corte (al menos, mi corte), pero Hanasaku Iroha parece ser de las que se clasifican para las semifinales, al menos.
Es un slice of life de libro, incluyendo los típicos caracteres de las chicas japonesas. Veamos, hay una tsundere borde, una chica tímida, la protagonista alegre, la que apunta maneras de yandere... claro que, como nota original, es una serie dominada por las mujeres. Creo que nunca había visto una serie en la que los personajes principales sean mujeres (eso debe de estar casi reservado a los refritos tipo era Sengoku en la que todas son samurai-ko).
Y de qué va: Ohana es una chica mona de 16 años que vive en la ciudad con la típica madre-desastre (el desastre es su vida). En esto que, Japan estail, su madre se marcha de casa con su novio de escaso atractivo, con lo cual ella también se tiene que ir. Su destino: la posada de su abuela, que es una mujer de lo más tradicional y estricto y que desprecia a su hija (bueno, no es para menos). Pero ojo, la chavala va a trabajar, no a vivir del cuento. Así, Ohana se encuentra de repente en un ambiente más bien hostil y cuando menos desconocido, así que sólo queda tirar para alante y pringar con orgullo, que hay mucha crisis!
Un anime que posiblemente invente poco y que no llegue a la intensidad de otras obras maestras, pero que tiene suficiente potencial para invertir unas cuantas horas de visionado.
Arriba a la derecha: Ohana Matsumae, nuestra vital y poco desarrollada protagonista.
Izquierda: Minchi, la tsundere de libro que no puede faltar.
Abajo: Hoy en día nadie escapa del fanservice, las lolis dan mucho juego...
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