Voy a dar una opinión algo singular sobre este anime. En concreto, esperaba de Amagami una comedia romántica genérica, repleta de clichés y de estereotipos, de las que gusta ver de vez en cuando. Que innovase cero no era tan importante como que acertase en hacer bien lo que tenía que hacer.
Y la verdad es que no me puedo quejar. Siendo una serie muy poco ambiciosa, todo está en su sitio. El anime se articula en 6 arcos de 4 capítulos, cada uno dedicado a una chica diferente que nuestro prota promedio conoce alternativamente.
El arco de Haruka es el más adecuado para dar comienzo a la serie, ella es el típico amor platónico que todos hemos tenido, más mayor, bonita, pero también con sus cosas raras (anda que lo de los jueguecitos... quién lo hubiese dicho). En cualquier caso, buen material pasteloso.
Kaoru, por su parte, añade el toque tsundere, de la tipa enérgica aunque con problemas. Este arco hubiese sido mejor si no fuese por su decepcionante final. Al contrario que otra gente, no me imaginaba que habría escena de sexo (¡si ni siquiera la hay en B Gata H Kei!), pero se podría haber evitado el apresuramiento y la falta de consistencia. La escena en la torre del puerto fue necesaria y consumió sus preciosos minutos, pero nadie se puede creer que la chica se quede dormida en esa situación. Otro escape argumental barato de los que abundan tantos últimamente.
La parte de Sae, como no podía ser de otra forma para mí, la juzgo como la más floja. He leído algo de que los productores autoparodian la serie y algo de eso hay. No me gusta el añadido del narrador jocoso, ni la rebaja del tono, tampoco me apasiona nuestra heroína.
De realismo Amagami va muy floja, puedo entender algunas cosas achacándolo a la edad de los personajes, pero otros puntos son tan puramente ficticios como las medidas de Sae. Empecemos por ella misma: he oído hablar del concepto de chica apocada, sumisa y que se deja llevar por los hombres, pero nunca he conocido a ninguna, así que personalmente no me lo trago. Además, nadie se creería, ni en España ni en ningún país de la Tierra, que las mujeres lleven SIEMPRE la iniciativa. Esto sólo fue un poco distinto en el caso de Haruka, en los otros arcos Junichi siempre reaccionaba después que la chica. En la vida real la gente como Junichi no se come un colín. Por otro lado, y gracias a las maravillas del guión, este tipo sabía resolver las situaciones clave. Tampoco es que fuera muy complicado porque las tenía ganadas de calle, pero no me pareció forzado. Bueno, a mí me da igual que la serie sea poco o nada realista mientras pueda disfrutar de declaraciones, flechazos, encuentros tórridos y pastel, mucho pastel.
En la recámara nos quedan Ai, Rihoko y la delegada Ayatsuji, quién sabe qué sorpresas nos esperarán. Rihoko es la que mejor me cae de estas por su carácter cándido y despreocupado, por otro lado no veo nada de malo en su cuerpo tal y como nos lo pintan, pero en sus apariciones hasta ahora resulta demasiado unidimensional, torpe y obsesionada por la dichosa dieta. Self esteem Rihocchi! Este arco me da mucho miedo.
Esto es lo que hay, una serie entretenida como la que más, perfecta para pasar el rato.
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