A jugaaaaaaaaar!

Se dice que la temporada de anime de verano es el momento ideal para ver tetas y fanservice. Asobi ni iku yo! (literalmente, "Vamos a jugar") es una serie de anime que cumple a rajatabla esta premisa.

La palabra para definir esta serie es "ridícula". A ver, está muy bien hecha, la animación y los diseños son más que potables, y si uno pasa por alto el disparatado guión, se deja ver. Pero es que cuando tenemos una chica gato extraterrestre que habla perfectamente el japonés, y que es perseguida por, entre otros, una peligrosa secta adoradora de las orejas y colas de gato (LOL!), o un imperio de hombres-perro (aunque por el momento sólo se ha visto a una mujer), uno no se lo puede tomar en serio.

Sinceramente, nunca creí que las space opera de Jouji Manabe me parecerían serias. Outlanders deja a Asobi a la altura del betún en cuanto a seriedad. Quizás sería mucho esperar una trama seria y siniestra para una serie ambientada en los calores de Okinawa, aunque ya de por sí resulte frustrante ver 4 capítulos y no tener muy claro si estamos ante una comedia, una serie de "extraterrestres visitan la Tierra", un título de acción al estilo Full Metal Panic! o el millonésimo intento de harem. Con todo, lo peor es ese componente ecchi absurdo que se explota con Eris, la extraterrestre de curvas exageradas que nos hace pensar que eso de que en su planeta tienen la prosperidad asegurada por 70,000 años es un bulo tremendo.

Al final, Asobi es como una evolución de las comedias ecchi más manidas. Aunque hayan camuflado escenas de acción y menciones a servicios secretos, y cierto fetichismo por las armas de fuego, se vuelve una y otra vez a lo sugerente que es Eris (y el resto de mujeres de su planeta). Y por Dios, con que haya una sola escena con un personaje pensando lo descomunales que son sus tetas es suficiente. Y no penséis que eso lo hace el protagonista, Kio, el típico pringadete que prefiere escaquearse cuando se le insinúan sexualmente. En el manga tiene mucha más pinta de crío, pero en el anime, con un diseño algo más digno, se arrastra por la pantalla sin pena ni gloria y pronto la atención se desvía hacia el plantel de chicas.
Manami es una chica que ha visto demasiado Battlestar Galactica 2003 y sueña con ser agente de la CIA, no deja muy claro si le gusta Kio pero da pistillas, el personaje de momento tiene poco desarrollo y mínimo protagonismo, excepto en las escenas de acción claro. Aoi tiene un extraño superpoder y es una asesina de elite que se pirra por las películas en DVD, por mucho que sea el personaje que tiene el trasfondo más dramático dudo que logre cambiar el tono de la serie, tampoco parece que vaya a haber pelea de gatas (pun intended) con Eris ya que le gusta Kio, porque es más parada que las chicas de los shojo, y se pasa los capítulos pegando tiros que al final es lo suyo.



La estrella indiscutible de la serie es Eris, la primera forma de vida inteligente (o eso dice) conocida fuera de la Tierra (o eso dice). No es tan meh como Himari, ya que Asobi va a otro nivel que Omamori Himari, que es lo peor que he visto este año, y es que llevamos un 2010 "florido" en cuanto a personajes, y creo que esto se debe a las series de 12-13 capítulos que en general tienen un curre mínimo, un guión apañado y poca pasta que arriesgar. Uno podría pensar que para tener una cultura tan avanzada como la de Cathea sus mujeres se comportarían de forma más refinada que una esposa japonesa algo sumisa, pero bueno, al menos no se ve a Eris cocinando o limpiando (como ocurría en Mahoromatic). Sí, a ver, a todos nos pondría mucho la idea de cepillarnos a un fetiche viviente venido de otro planeta pero... algo me dice que a la hora de la verdad todo sería muy diferente de lo que vemos en Asobi. Y es que si algo me revienta son las series que bailan en la frontera del ecchi y el hentai, si vas a poner tetas pon tetas hasta el final, no a un pringao como Kio, al menos Avatar de James Cameron fue al grano y rodaron escenas de sexo alienígena para el que quiera ir hasta el final, porque si te pasas una serie entera insinuando y al final no hay nada... o te han engañado o te has engañado tú mismo.



Y a pesar de todo Asobi es buena serie para ver en verano, porque los japoneses saben cuáles son las cosas buenas que a uno le gustan en esas fechas, aunque liarse a tiros con terroristas no sea una de ellas, pero nunca está de más. La cosa es que según avanza todo se vuelve más tonto y absurdo, pero yo la quiero ver hasta el final, no sea que se salve de la quema por algún casual. De momento, pinta como que será una comedia bastante intrascendente, con toques de acción muy limitada y fanservice a raudales.

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