El Desafío de las Águilas

Pues sí, ya estamos otra vez en Septiembre, uno de los meses más bonitos del año. ¿He dicho que es bonito?, bueno, será en todo caso sólo la segunda mitad, que es cuando un sufrido estudiante universitario coge sus únicas vacaciones de verdad en todo el año. Efectivamente, las dos primeras semanas de este mes tan entrañable están dedicadas a los exámenes extraordinarios del curso.

Yo estudio Ingeniería Técnica de Telecomunicación, especialidad en Sistemas Electrónicos, bonito eufemismo para designar una carrera de 3 años que es electrónica por un tubo y sin vaselina. Habiendo estudiado previamente informática, la electrónica se me hace más difícil o menos tragable. La cosa es que llevo ya 5 años aquí metido y me queda aún la respetable cifra de 15 asignaturas + proyecto para terminar. Después de un año raro, en el que se me ha ido el tiempo haciendo de becario en la biblioteca para ganarme unos ahorros, y un verano que se me ha ido sin quererlo, me encuentro con que tengo que salvar el curso una vez más en el último momento posible.

- Oye, ¿por qué pones cinco estados en esa tabla de asignación?
- ...

Las tres asignaturas elegidas para la gloria son Digital II, Sistemas de Control y Microelectrónica I. Asignaturas pesadas donde las haya y de considerable dificultad, dos de ellas están mal impartidas de cojones, de modo que esta tarea se perfila como una misión digna de los mayores héroes de nuestros tiempos.



▲ Podría ser un culo, pero no, es un diagrama de Nyquist, o lo parece.

Y es que quien no lo haya probado nunca difícilmente lo podrá entender, ese gusto masoquista por ir alegremente a que te peten el culo en septiembre. Esa agonía mientras preparas y haces cada examen y no digamos ya el increíble subidón de adrenalina al ver el cinco raspao colgado en el tablón de la facultad, cuando eso pasa. Lo peor es que en vez de "El desafío de las águilas", esto acabe como "Un puente lejano", que siempre es posible. ¡Pero ánimo, que todos estamos igual!