And the number is 2008

El año pasado descubrí de forma bastante flagrante el fracaso que supone hacer propósitos de año nuevo. Para una vez que los hago y el 2007 resultó ser un año bastante poco lucido... por decirlo de forma suave. Aburrimiento, líos, rupturas... el rijostio, vamos. Así que este año no saldrá una palabra de mi boca ni de mi teclado. He decidido unilateralmente que el 2008 va a ser una fiesta y se tarda más en pensar lo bueno que va a ser todo, que en ponerse manos a la obra para conseguirlo.

Hasta julio estaré secuestrado en la facultad, entre las clases y mi beca de bibliotecas, malviviendo entre semana mientras intento que no me queden muchas, no sea que el verano sea más de lo mismo. O sea, lo mismo que he hecho los últimos... ¿4 años?, sólo que ahora tengo menos tiempo. Y todavía me quedan 16 asignaturas para acabar... jorribol!

Pero cuando llegue el verano, amigo... ahí va a cambiar todo. Pienso pasármelo en la playa, aunque como cantaba Marta Sánchez, aún no sé cómo ni con quién. No es que importe. Lo que importa es que no voy a dejar que el 2008 sea otro año de mierda. Pienso mostrar mi más enérgica repulsa a esa idea.

Como dijo House:

"QUE EMPIECE EL TERROR"

Ahora, me voy a ver Harry Potter. =)

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