Leo en un foro el caso de un señor que quiere comprarse un ordenador, y que quiere que sea un buen maquinón, para poder disfrutar de los juegos gordos de pc, y eso que tiene ya dos consolas. Esto me lleva a reflexionar...
Yo tuve mi primer pc en 1996, una época muy pintoresca para este mundillo. Hice mis pinitos con juegos como Mechwarrior 2, Warhammer, Privateer: The Darkening, Rebel Assault y otros. Disfruté un par de años del auge del shareware con los programas que venían en la PCManía, que luego para mi gusto perdió bastante y dejé de comprarla. ¿Dónde quedaron aquellos tiempos del DOS donde tenías que currarte tu disco de arranque para que te funcionaran los juegos, debido a la distribución de la RAM, aquellos tiempos en los que los juegos eran simples pero estaban muy inspirados? En aquellos momentos yo tenía el maquinón, y llegó a soportar hasta el añorado Baldur's Gate, aunque a duras penas. Ahora la cosa es por el estilo, pero más acusada si cabe. Buena parte de la limitación de los juegos de nueva generación ya no es por la potencia del procesador, sino por la tarjeta gráfica que piden, y muchas veces su modelo es determinante. Incluso a veces te piden cierto tipo de memoria en la tarjeta. De locos, vamos. Hasta los juegos de estrategia se suman a la moda de las chuminadas gráficas, totalmente innecesarias en algunos casos, y es que uno se acostumbra mal al avance de la tecnología.
Por otro lado está la eterna discusión: ¿para qué quieres tú el ordenador?. Es cierto que con mi Pentium 150 comprado en el 96, lo más que hacía era dedicarme a aprovechar los títulos de la época, tenía un paquete de ofimática y poco más. Ahora los ordenadores se aprovechan más con el auge de Internet, ya que usas messenger, miras páginas, haces descargas, ves vídeos... en definitiva, mucho más multimedia. Yo además lo querría para programar y usar programillas profesionales. Por lo tanto yo creo que el ordenador no debe ser para jugar, ya que el costo es muy alto y probablemente no lo llegas a aprovechar. Para jugar te compras una consola, te ahorras dinero y dolores de cabeza. El ordenador es algo más polivalente, y por lo tanto, lo normal es que con uno de gama media te sea suficiente. Por lo menos esa es mi filosofía, si alguna vez me compro un pc para mí solo.
También hay que decir que en los últimos tiempos asistimos al boom de los juegos online, gracias a cosas como el World of Warcraft, ese malvado robavidas que ha absorbido el cerebro y el tiempo de tantos amigos tuyos... independientemente de lo que uno piense al respecto, el fenómeno existe y está ahí, en plena expansión. Quizás este tipo de juegos es el único argumento que uno puede tener para preferir el ordenador a la consola a la hora de jugar, aunque cada vez haya menos distancias entre unos y otras.
Yo tuve mi primer pc en 1996, una época muy pintoresca para este mundillo. Hice mis pinitos con juegos como Mechwarrior 2, Warhammer, Privateer: The Darkening, Rebel Assault y otros. Disfruté un par de años del auge del shareware con los programas que venían en la PCManía, que luego para mi gusto perdió bastante y dejé de comprarla. ¿Dónde quedaron aquellos tiempos del DOS donde tenías que currarte tu disco de arranque para que te funcionaran los juegos, debido a la distribución de la RAM, aquellos tiempos en los que los juegos eran simples pero estaban muy inspirados? En aquellos momentos yo tenía el maquinón, y llegó a soportar hasta el añorado Baldur's Gate, aunque a duras penas. Ahora la cosa es por el estilo, pero más acusada si cabe. Buena parte de la limitación de los juegos de nueva generación ya no es por la potencia del procesador, sino por la tarjeta gráfica que piden, y muchas veces su modelo es determinante. Incluso a veces te piden cierto tipo de memoria en la tarjeta. De locos, vamos. Hasta los juegos de estrategia se suman a la moda de las chuminadas gráficas, totalmente innecesarias en algunos casos, y es que uno se acostumbra mal al avance de la tecnología.
Por otro lado está la eterna discusión: ¿para qué quieres tú el ordenador?. Es cierto que con mi Pentium 150 comprado en el 96, lo más que hacía era dedicarme a aprovechar los títulos de la época, tenía un paquete de ofimática y poco más. Ahora los ordenadores se aprovechan más con el auge de Internet, ya que usas messenger, miras páginas, haces descargas, ves vídeos... en definitiva, mucho más multimedia. Yo además lo querría para programar y usar programillas profesionales. Por lo tanto yo creo que el ordenador no debe ser para jugar, ya que el costo es muy alto y probablemente no lo llegas a aprovechar. Para jugar te compras una consola, te ahorras dinero y dolores de cabeza. El ordenador es algo más polivalente, y por lo tanto, lo normal es que con uno de gama media te sea suficiente. Por lo menos esa es mi filosofía, si alguna vez me compro un pc para mí solo.
También hay que decir que en los últimos tiempos asistimos al boom de los juegos online, gracias a cosas como el World of Warcraft, ese malvado robavidas que ha absorbido el cerebro y el tiempo de tantos amigos tuyos... independientemente de lo que uno piense al respecto, el fenómeno existe y está ahí, en plena expansión. Quizás este tipo de juegos es el único argumento que uno puede tener para preferir el ordenador a la consola a la hora de jugar, aunque cada vez haya menos distancias entre unos y otras.
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